Soluciones no bélicas al Narcotráfico: Opinión papal y del hijo de Pablo Escobar
Describir el problema, poder definirlo y ver sus límites es apenas la etapa inicial. Dar un diagnóstico y conocer sus alcances, ser amarillista, presentar el estado de México o de cualquier otro país, por ejemplo el problema del narcotráfico como una guerra, es quedarse en la primera etapa para dar solución.
Problema, problema, problema. El problema es quedarse estancado repitiendo los detalles del suceso, decir lo mismo una y otra vez, y, número uno, no buscar qué lo origina y dos, no proponer soluciones, cambios, para evitarlo.
Se ha documentado, y se sigue documentado mucho sobre el narcotráfico en México. Esto no es algo que beneficie a la imagen del país, pero negarlo, decir que aquí no existe esto, es alimentarlo, dejarlo en las sombras para que crezca. Como ha sucedido durante años, no sólo en México.
Ha lo largo de mi vida en éste ambiente me he dado cuenta de muchas cosas: Pocos poetas sinaloenses hablan de los problemas nacionales, incluso internacionales, apenas hablan de sí. Pocos escritores, retoman el narcotráfico con propuestas o con la búsqueda de los errores. Algunos inicialmente lo hacen, pero ya sea la censura del Estado, lo comercial, las editoriales, terminan destruyendo esos ánimos. Termina relegándose el trabajo a otros artistas, pero la música no ayuda mucho, existen pocos contracorridos. Y el periodismo, lo único que hace es evidenciar. Evidenciar el problema, recordar, tiene un papel necesario, sin embargo, reitero que es apenas la etapa inicial.
Sino eres parte de la solución....
El periodismo, se lava las manos con 'decir lo que está pasando', y a penas rosa la objetividad, diría que en la expresión, pero ni si quiera en su expresión periodística lo logra. A penas lo hace siguiendo el modélico dónde, cuándo, etcétera. Y en el etcétera se pierde la objetividad, porque el qué pasó, está más bien determinado por intereses políticos y comerciales. El hecho en sí resulta irrelevante, lo que importa es el cambio que el periodista le da.
Mi argumento se basa en hechos. Notas periodísticas que yo mismo he leído y en las que estuve presente en los hechos. Personajes corruptos elogiados, robos encubiertos, adictos convertidos en narcotraficantes, operativos ensalsados, y vaya, otro largo etcétera.
Si esperamos ver un receso al narcotráfico, no será porque atraparon o mataron a un joven menor de edad. Y de qué le sirve a sus amigos, a sus familiares y al espectador en general, ver la muerte explícita su rostro desparramado en los asientos de su auto. Bueno, ésto termina más bien insensibilizándonos al público en general (viéndolo todos los días), y a los familiares una gran pena. Las fotos parecen ser parte de las narcomantas, de las amenazas. Y nos engañan al presentar adictos como narcomenudistas, y nos engañamos si creemos que el problema ha terminado, la nota termina siendo sólo una humillación moral de la cual lucran.
Se lucra de dos modos, validando la nota y evitando publicarla.
El Estado, por su parte, se había reducido ha maquillar el problema, los mandatarios municipales y estatales suelen hablar de otras entidades: "el problema está allá", expían la culpa. Muchas de las veces permiten los operativos por las siguientes posibilidades; A) se benefician del narcotráfico, directa o indirectamente, B) temen exponerlos, y exponerse,C)se ven impotentes ante el problema después de conocer su enorme red y no se quieren meter en problemas, D) llegaron a ser mandatarios con su ayuda, están en deuda. Las mismas razones aplican para la sordera a voluntad.
En una red de mafia certera, el estado estará ya coludido o al menos, se habrán presentado, se habrán visto a los ojos, incluso antes de ser lo que son. Es por ello que muchos de los mandatarios lo permiten por más de una opción, o simplemente, se cree, perecen.
A esta enorme red, la cual ya se trató de enfrentar en armas, si se quiere erradicar, más bien se debería tratar de debilitar. La lucha armada termina haciéndose una guerra de pueblo contra pueblo, mexicanos contra mexicanos. Y curiosamente, la clave de ésto, recae en un buen gobierno. Una educación de nivel para aquellos hombres y niños, que todavía no saben que son mexicanos, que viven en México y que tienen una historia. Una presencia estatal que no desgasta recursos en el centro de la ciudad, sino en llevar servicios, tender la mano al 'incrédulo' del águila, y de ésa misma manera, ofrecer trabajo a ése recién mexicano y hacerle sentir que tendrá futuro con su patria. Y sonará muy nacionalista, pero vaya, es apenas lo único que ha sabido hacer nuestro partido dominante en los lugares que sí atiende, bueno, es hora de atender de sur a norte.
La sociedad, es en realidad presa y está al merced de cualquier postura que le convenza. Y aquí sí, que la que esté presente será la que adopte. Si los mandatarios se tiñen de lo mismo, si no se limpian antes de ejercer su mando, transmitirán lo mismo.
La sociedad es una víctima cómoda. No tiene nada a favor el Estado para ganarse su confianza, salvo los arrimados, los vividores de gobierno, que siempre son pocos y su mera existencia termina reproduciendo de nuevo ésa desconfianza entre los no arrimados. El favoritismo nunca ayuda.
La ya dicha, está al merced de la moda y al pendiente de la tendencia. Si una moda se impone, y sus desertores o los fuera del círculo son excluidos, esta moda será autómata, se convertirá en cultura sino es que ya lo es o de allí proviene la moda. Pero la ideología dentro de la moda es lo que realmente es importante. Es bastante lamentable que gran parte de la sociedad se trata de entregar completamente a la moda, y absorbe toda su ideología, o finge hacerlo, y su máscara es una hipérbole, y la competitividad está presente... pues otro llegará a querer ser más.
Nuestra sociedad ha sido infectada con el vicio de la competitividad, que deviene nuestros rasgos instintivos y no racionales, y es muy triste que haya sido establecida por un modelo económico, que a su vez hace que lo económico sea lo imperante. Éste círculo vicioso impuesto, es uno de los rasgos que hacen propensa a nuestra sociedad.
La raíz del narcotráfico
He racionalizado a lo largo de estos años y he sacado las cuentas. El origen del narcotráfico se da en las zonas retiradas. ¿Retiradas de qué? No de la sociedad, sino del estado, de la educación y de oportunidades laborales. Si bien, durante muchos años había creído que era un problema que es principalmente del gobierno, me doy cuenta de que no lo es todo.
Como pueden ver en la imagen de arriba, las opiniones contra puestas del hijo de Pablo Escobar y la del Papa. El hijo de Pablo, y yo creemos que la participación del Estado es sumamente importante, tanto así que su ausencia es vital para anidar trabajos ilegales, pues no nomás el narcotráfico se da en estas circunstancias, sino también la prostitución, la trata de blancas, y un largo etcétera. Pero la opinión papal al contrario dice que no todo recae en el Estado. Y bien, ¿qué podemos decir sobre esto? Que en parte tiene razón, aquí participan tres, el que se vuelve narcotraficante, la sociedad y quien no quiere al narcotraficante. Una sociedad que apoya el crecimiento del narcotraficante, incita al pupilo, y si la ausencia de quien no desea el narcotráfico llega hasta la completa omisión de su existencia, tenemos como resultado un floresciente y fértil nido de narcotraficantes.
El narcotráfico se da por necesidad. Se permite por corrupción, pues, la sociedad en realidad puede negarlos y rechazarlos todo lo que pueda, pero si el narcotraficante tiene la necesidad, y además, no ha tenido otras oportunidades para progresar, recaerá en lo mismo, pues, posiblemente no ve nada más allá.
Ademas, nuestra cultura materialista es un agregado extra que impulsa esto. Pues el trabajador, pudiendo migrar, ve la facilidad de ésta labor ilegal y además el éxito en los otros, parece en su vida la mejor opción.
Pero vaya... ¿Qué opinan ustedes?
Comentarios
Publicar un comentario
Más que comentarios, esperamos aportes, datos faltantes o reviciones