Del uso de los jóvenes en la "política" (y los medios)
-En este artículo se tratan: jóvenes en los medios y la política, la soberbia, figuras públicas, figuras de autoridad-
En las últimas décadas el uso de los jóvenes como figuras públicas ha ido creciendo de manera exponencial. ¿Es esto malo? Se preguntaran. Porque se ha ido manejando el discurso de que ser joven no limita nuestras capacidades, y es muy cierto. Yo por ejemplo, tengo 22 años. Pero a diferencia de algunos de mis compañeros de generación estoy escéptico ante la magia de que ser joven te hace más capaz, más inteligente, más activo, y un largo etcétera, incluyendo cualidades como "pureza", como si estuvieran regidas por la edad.
Tengamos en cuenta hermanos (en el sentido humano), y lectores en general, que se ha ido manejando éste discurso por el alcance (o repercusión) que tendrá en los demás jóvenes; sí, generar empatía. El fenómeno social se estudia por los politólogos y publicistas como mero marketing,y buscan los pretextos más estúpidos y polémicos posibles. En la copula mediática vemos a Miley Cirus y a Justin Bieber fumando marihuana, y no a escondidas, sino en vídeos, en fotos, en eventos, etc., luciendo su intento de aceptación con los jóvenes.
Visto de otra manera, éstos han estado promoviendo la legalización de la marihuana. Prácticamente son usados como meros engranes para ir abriendo nuevos paradigmas en la sociedad: "esto existe, y tu figura favorita lo hace sin repercusión negativa alguna, ¿por qué yo no?" Esto no es automático, no quiere decir que las believers vieron a Justin fumando un joint e inmediatamente fueron con su vecino dealer y se volvieron mariguanas, pero genera un ambiente de relajación ante el prejuicio que de ello tenían.
Y es curioso, porque el Justin que se hizo famoso cuando era un niño, es completamente distinto al Justin actual. Sus seguidoras siempre estarán ahí. Es una trampa adular tan fanáticamente a estas figuras públicas, porque si una niña siguió los pasos de su héroe, ésta se metió en sus mismos problemas.
Adentrándonos a terreno político, aquí la cosa es distinta. Si tú también fuiste un #132, entonces entenderás a la perfección el poder de ser "dirigiente" de un grupo de ovejas. Ahora imagina engañar a ése dirigiente para hacerle creer que va por el buen camino, cuando en realidad te está beneficiando políticamente. Jaque mate.
Es importante que se sepa, que cualquier error que haya en un joven, el adulto no necesariamente estará exento de ello. Como la madurez, que no está ligada a la edad sino a la consciencia. Pero el joven es más susceptible a tener el problema de creer en la "figura de autoridad", y no nos referimos al gobierno. Entiéndase como a la figura de autoridad en el plano intelectual como a aquél o aquello que tiene la verdad absoluta. Como creer que lo que dijo Einstein, Nietzsche, Dios, el Papa, sus Padres, es la verdad del mundo.
Si el joven es aspirante a político debe enfrentar una tarea doble. Borrar ése estigma de inmadurez que se tiene en facto, y aprender todo lo que el viejo opositor aprendió en su vida (normalmente más larga). Y si el joven, o el viejo, puede borrar ese errónea idea de las figuras de autoridad en su percepción se acercará más a la objetividad. Cuando el joven, entonces, comience a reconocer los "enfoques" de los autores, las corrientes filosóficas, económicas, y la manera en que estas se expresan, podrá al menos hacer un esbozo de lo que es un "criterio propio".
Aquél que joven político, o actor, músico, escritor, y demás, que no tenga un criterio propio, estará al merced de los viejos lobos. El adolescente tiene una falla en su mecanismo, que puede arreglarse o no; la soberbia.
Para mis lectores maquiavélicos (los que quieran controlar, y los que no quieran ser controlados), he aquí un apartado especial para ustedes.
En las últimas décadas el uso de los jóvenes como figuras públicas ha ido creciendo de manera exponencial. ¿Es esto malo? Se preguntaran. Porque se ha ido manejando el discurso de que ser joven no limita nuestras capacidades, y es muy cierto. Yo por ejemplo, tengo 22 años. Pero a diferencia de algunos de mis compañeros de generación estoy escéptico ante la magia de que ser joven te hace más capaz, más inteligente, más activo, y un largo etcétera, incluyendo cualidades como "pureza", como si estuvieran regidas por la edad.
Tengamos en cuenta hermanos (en el sentido humano), y lectores en general, que se ha ido manejando éste discurso por el alcance (o repercusión) que tendrá en los demás jóvenes; sí, generar empatía. El fenómeno social se estudia por los politólogos y publicistas como mero marketing,y buscan los pretextos más estúpidos y polémicos posibles. En la copula mediática vemos a Miley Cirus y a Justin Bieber fumando marihuana, y no a escondidas, sino en vídeos, en fotos, en eventos, etc., luciendo su intento de aceptación con los jóvenes.
Visto de otra manera, éstos han estado promoviendo la legalización de la marihuana. Prácticamente son usados como meros engranes para ir abriendo nuevos paradigmas en la sociedad: "esto existe, y tu figura favorita lo hace sin repercusión negativa alguna, ¿por qué yo no?" Esto no es automático, no quiere decir que las believers vieron a Justin fumando un joint e inmediatamente fueron con su vecino dealer y se volvieron mariguanas, pero genera un ambiente de relajación ante el prejuicio que de ello tenían.
Y es curioso, porque el Justin que se hizo famoso cuando era un niño, es completamente distinto al Justin actual. Sus seguidoras siempre estarán ahí. Es una trampa adular tan fanáticamente a estas figuras públicas, porque si una niña siguió los pasos de su héroe, ésta se metió en sus mismos problemas.
Adentrándonos a terreno político, aquí la cosa es distinta. Si tú también fuiste un #132, entonces entenderás a la perfección el poder de ser "dirigiente" de un grupo de ovejas. Ahora imagina engañar a ése dirigiente para hacerle creer que va por el buen camino, cuando en realidad te está beneficiando políticamente. Jaque mate.
Es importante que se sepa, que cualquier error que haya en un joven, el adulto no necesariamente estará exento de ello. Como la madurez, que no está ligada a la edad sino a la consciencia. Pero el joven es más susceptible a tener el problema de creer en la "figura de autoridad", y no nos referimos al gobierno. Entiéndase como a la figura de autoridad en el plano intelectual como a aquél o aquello que tiene la verdad absoluta. Como creer que lo que dijo Einstein, Nietzsche, Dios, el Papa, sus Padres, es la verdad del mundo.
Si el joven es aspirante a político debe enfrentar una tarea doble. Borrar ése estigma de inmadurez que se tiene en facto, y aprender todo lo que el viejo opositor aprendió en su vida (normalmente más larga). Y si el joven, o el viejo, puede borrar ese errónea idea de las figuras de autoridad en su percepción se acercará más a la objetividad. Cuando el joven, entonces, comience a reconocer los "enfoques" de los autores, las corrientes filosóficas, económicas, y la manera en que estas se expresan, podrá al menos hacer un esbozo de lo que es un "criterio propio".
Aquél que joven político, o actor, músico, escritor, y demás, que no tenga un criterio propio, estará al merced de los viejos lobos. El adolescente tiene una falla en su mecanismo, que puede arreglarse o no; la soberbia.
Para mis lectores maquiavélicos (los que quieran controlar, y los que no quieran ser controlados), he aquí un apartado especial para ustedes.
El empresario
Existen dos tipos de soberbios. A uno lo adulas, al otro le pagas los estudios.
Al que adulas debes de alimentarlo, generar una dependencia silenciosa, hacerle creer que es poderoso, y sobre todo, que siempre, SIEMPRE que necesite ayuda estarás ahí para apoyarlo. De esta manera no habrá acción que pueda lograr sin tu supervisión o financiamiento. Es importante hacerle ver que allá afuera, lejos de ti, el mundo es malo; que eres el único que lo ayuda o cambiará de bando. Esto dependerá de la habilidad de cada empresario, pero nunca debe forzarse expresándose de manera explícita.
Al que le pagas los estudios deberás atarlo a ti legalmente con un contrato. Él probablemente estará consciente de que está atado, pero debe gustarle estar atado. Debe gustarle tu reconocimiento y creer que a través de ti podrá lograrlo. Pero el empresario controlará en todo momento esta oportunidad; nunca de manera azarosa o por piedad, siempre con un fin.
Comentarios
Publicar un comentario
Más que comentarios, esperamos aportes, datos faltantes o reviciones