¿La legalización de Cannabis beneficia? (Propuesta)

Normalmente al hablar de marihuana asumimos una postura: 1.- Nos daña 2.- Nos beneficia
Tratemos de alcanzar un razonamiento superior y conciliar ambas posturas para luego proponer un plan de trabajo.

¿Es cierto que nos daña? ¿Es cierto que nos beneficia? ¿Dañino en qué, y para quién? ¿Benéfico en qué, y para quién?

En el aspecto individual el daño es y será real. El consumidor ingiere piscoativos (algunos médicos incisten en tomarla como toxina), si la fuma daña sus pulmones, y por supuesto altera su sistema nervioso. En el aspecto global, actualmente, la marihuana al ser un activo en el mercado ha generado comercio ilegal. Debido a su estado legal, la planta genera todo tipo de actividades ilícitas y no reguladas. Por ello existe el narcotráfico.

Ha sido tan exitosa la venta de esta flor en todo el mundo que quienes la venden tienen tanto dinero como para ocultarse, pagarle a los grandes directivos de la justicia, escapar de la cárcel, comprar equipo avanzado para su producción e incluso invertir en científicos para su mejoramiento genético.

Pero esta culpa, este aspecto nocivo, no puede recaer en la planta sino en su estado legal. Colorado ahora compite con los narcotraficantes más poderosos y no existen guerras ni derramamiento de sangre. 

Por tanto regresamos al razonamiento anterior: no es la planta lo que genera narcotráfico sino su estado legal.



¿A quién le perjudica la marihuana? ¿A nuestros pobres niños mexicanos? A los que la consumen sí, alterará su sistema nervioso, y al ser ilegal se esconderán para fumarla, recurrirán a lugares recónditos, alejados, recurrirán a gente armada que necesita defender su plaza y que en cualquier momento puede haber enfrentamiento a tiros.

Para los niños que no la consumen esto es un beneficio. El niño que no la consume no le dedica el tiempo y el dinero que el consumidor sí. El niño que no la consume no divaga ni genera hábitos que el consumidor irresponsable sí. Para esto existe, por su puesto, la educación.

Aquí entramos a otro círculo vicioso:

“No debemos legalizarla por México no está listo para eso, ¡todos van a fumarla!”.

Compradora de Cannabis en Colorado
Si lo pensamos fríamente en vez de dejarnos llevar por el impulso imaginativo: quienes no la quieren fumar no lo van hacer. Legalizarla no significa obligar al mundo a fumar. El tabaco es legal y aún así existen abstemios.

Todo componente daña. El medicamente más utilizado en México, Paracetamol, tiene también aspectos dañinos y beneficiosos, y es visto sin embargo como un medicamento. Para sus aspectos dañinos tiene su regulación, y para esto existió en su momento una serie de científicos que midieron sus beneficios y así poder dosificarla de la manera correcta. La palabra toxina no necesariamente implica algo mortal, y decir que el componente principal de la marihuana (THC) es una toxina se pone en debate, ahora se le considera más objetivamente como un psicoativo.

El paracetamol daña páncreas, hígado, altera el sistema nervioso; pero tiene su aplicación. Como la marihuana tiene el suyo. Para ello es necesario regularla. La regulación implica en sí mismo generar más empleos, y esto no significa un gasto si se planea también su producción para la exportación y fabricación de materiales hechos de cáñamo (la planta).

Hasta ahora hemos hablado de aspectos meramente callejeros, de pueblo, de hábitos, ahora los invito a pensar en algo más trascendente: hablemos de la economía y del beneficio.

Los beneficios medicinales implican en sí mismo la producción del elemento base y esto es generar empleo, industria, negocios. Tan sólo si habláramos de la parte medicinal ya habría un beneficio. Si nos vamos en grande, el narcotráfico ya había trazado grandes rutas de comercio que poco a poco estamos perdiendo.

"Grandes industrias están surgiendo mientras nosotros nos quedamos aun debatiendo entre si es buena o mala."

Mientras nosotros hablamos ellos ganan dinero. La producción masiva de cannabis para el consumo y el uso de su fibra para elaboración de diversos materiales implica a su vez una serie de industrias. Por lo que estamos hablando de empresas millonarias y de miles de empleos, por cierto, seguros.

Es por ello que el narcotráfico mexicano se ha replegado de nuevo a México, sus puntos de venta en este sector se están perdiendo, ya no costean lo que hace décadas.

El nivel de calidad de vida aumentaría debido a los nuevos ingresos, la demanda de la población por empleos, las rutas de migración a los estados unidos cambiaría por rutas de migración a México debido a que la iniciativa requeriría de fuerza laboral. El producto interno bruto crecería, hasta nuestros corruptos favoritos tendrían un lugar donde poner a trabajar a sus familiares.



Por tanto los sectores beneficiados serían:

Sector social, sector educativo, sector industrial, sector agrario, sector de transportes y empresas en general.

Contra el sector dañado: los adictos.

Esto, claro, si aseguramos que el hecho de que sea legal vaya a significar que la marihuana es algo que se nos escapa de las manos, algo que no podemos controlar. Bueno, si controláramos la industria, hasta se podría dosificar:

En lugares donde ya es legal, se ha invertido en ingeniería genética y usted puede elegir el efecto que necesita. Desde la estupidez hasta un simple remedio para dormir, y por cierto soñar, desde lo medicinal hasta lo creativo.

Y todo esto sucede allá, lejos, mientras nosotros seguimos debatiéndolo.

Si ya conocemos este problema es hora de dejar de cruzarnos los brazos y provocar el cambio. La cosa no es ni sencilla ni difícil, simplemente depende qué tanto quieras contribuir a la causa. Todos tenemos cierta influencia sobre la sociedad. Desde lo más básico que es compartir la idea, hasta lo más complejo que es apoyar la iniciativa.

Todo está en sus manos. Por mi parte me gustaría tomar la iniciativa y formar un aparato de influencia para lograr esta causa. Les daré aquí la clave por si se quieren sumar a mi grupo o chotearme la idea y hacer el suyo.

Pasos a seguir

1.- Generar una campaña de consciencia para los sectores reacios a la idea

2.- Conseguir en el transcurso de la campaña el respaldo necesario para poder afirmar que la población así lo exige


3.- Acudir a los elementos de influencia: empresas, políticos y diputados

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